…de las altas cumbres desciende el agua para llenar el rumbo de las acequias.
El sueño de la Vendimia. Mercedes Sosa. https://www.youtube.com/watch?v=cm5ZtGXIjnM
Este libro es el resultado de un proceso de investigación de una red tripartita entre academia, empresa pública y organizaciones sociales en el marco del proyecto Territorios del Agua y Redes de Práctica y Aprendizaje. Apropiación social del conocimiento y Gestión Colaborativa en el Borde Sur del D. C., cofinanciado por Colciencias en la convocatoria 569 de 2012, cofinanciado y ejecutado entre 2013 y 2017 mediante un convenio interinstitucional Universidad Externado de Colombia -UEC, la Pontificia Universidad Javeriana - PUJ, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá - EAB-ESP o La Empresa, la Red Territorial de Acueductos de Bogotá y Cundinamarca - Retaco y Agrópolis Constelar Campesina S. A. -Agrópolis, con la participación auténtica desde su formulación hasta sus conclusiones de manera directa y colaborativa de aproximadamente 70 personas, de las cuales las 2/3 partes son mujeres y 1/3 parte hombres. Todas ellas afiliadas a las cinco organizaciones del convenio, además de dos asesores nacionales, estudiantes de pregrado y posgrado de varias universidades y un conjunto importante de habitantes y jóvenes del territorio y sus organizaciones.
http://www.colciencias.gov.co/sala_de_prensa/agua-colaboracion-y-ciencia
Esta iniciativa se empieza a concebir en el año 2011 en una serie de reuniones en la EAB-ESP, convocadas por la asbogada Gloria Franco –quien lamentablemente murió antes de finalizar el proyecto– en marzo de 2017 (Redacción. La Crónica del Quindío, 2017), asesora de la Dirección de Gestión Humana de La Empresa EAB-ESP, que en convenio con el Instituto Pensar de la PUJ venía liderando un proceso de Gestión del Conocimiento a través de la construcción de “comunidades de Aprendizaje” entre los altos funcionarios y los operarios, entre los pensionados y los actuales funcionarios y entre profesionales de distintas dependencias. Este esfuerzo buscaba romper los viejos paradigmas de la gestión empresarial tradicional basada en funciones por departamentos, para construir vínculos de colaboración y aprendizaje entre distintos saberes, disciplinas y niveles jerárquicos en el interior de La Empresa, en la que el conocimiento de cada persona era valioso y podía compartirse para fortalecer los procesos de gestión del agua en Bogotá.
Este proceso desencadenó alianzas entre diversos sectores de La Empresa. Entre ellos se destaca el fortalecimiento de la alianza ya establecida entre la Dirección Técnica y la Dirección de Gestión Comunitaria que venían trabajando por casi 10 años en el soporte técnico y social de los contratos de las Alcaldías Locales para la construcción y ajuste de cerca de 33 acueductos comunitarios en las zonas rurales del sur del Distrito Capital; proceso al que se une más adelante en 2010 el Departamento de Ingeniería Especializada para abordar los temas de calidad del agua en estos acueductos.
Esta dinámica de intercambio evidenció la importancia de vincular a estas ‘comunidades de aprendizaje’ con otros actores del territorio para empezar a liderar una gobernanza del agua en un contexto de expansión urbana sin precedentes en Bogotá. Expansión urbana que al estar relacionada con fenómenos nacionales de desplazamiento forzado de población por el conflicto armado, con fenómenos propios de la globalización de los mercados y de los procesos de división internacional del trabajo –que pone a la agroindustria y la minería como motor de desarrollo del país–, tiene impactos en la configuración de los actores que ocupan, apropian y aprovechan los servicios ecosistémicos de un territorio como el sur de Bogotá. Territorio cuya estructura ecológica principal está compuesta por ecosistemas como el páramo, los bosques andinos y la sabana, muy importantes todos para la producción y regulación hídrica de la región central.
Principalmente, se pensó en los actores que habitaban y potencialmente podrían defender las zonas de bosque y páramo, donde la Empresa tenía también predios para la conservación del agua. Estos predios estaban ubicados principalmente al sur de Bogotá, donde quedan los embalses más antiguos la EAB-ESP que derivan el agua del Páramo de Sumapaz y que hoy abastecen a cerca de 2 millones de habitantes de la ciudad de Bogotá. Estos actores locales estratégicos eran los acueductos comunitarios de las zonas rurales que como pares de la EAB-ESP podrían establecer una red de gestión colaborativa del agua, buscando la sostenibilidad de los servicios ecosistémicos del territorio para la ciudad y la región central del país.
A estas reuniones llegaron personas que representaban varios sectores que defendían el agua en la ruralidad de Bogotá. Entre ellos los acueductos comunitarios de Bogotá y de la recientemente formalizada Red Territorial de Acueductos Comunitarios de Bogotá y Cundinamarca – Retaco; representantes de Asamblea Sur y otros integrantes de un conjunto de procesos del sur de la ciudad, aglutinados en torno a la Mesa Inter-Local de la Cuenca del Río Tunjuelo; algunos de los compromisarios de la Política de Ruralidad del Distrito que, entre otras iniciativas, proponían fortalecer la identidad campesina de las localidades rurales de Bogotá, entre ellas las de Usme y Ciudad Bolívar, y denunciaban los impactos de la minería, la expansión urbana informal y los malos manejos del Relleno Sanitario Doña Juana, intervenciones urbanas que tienen un alto impacto ambiental, social, económico y cultural para los habitantes de la zona periurbana y rural del sur de Bogotá. A estas reuniones también fueron invitados grupos de investigación como el de Procesos Sociales, Territorios y Medio Ambiente de la Universidad Externado de Colombia, que venían trabajando con estas organizaciones sociales, el Instituto Humboldt y la EAB-ESP en el fortalecimiento social y comunitario, la acción colectiva, la participación social y el conocimiento tradicional para la conservación y gestión de los ecosistemas estratégicos reguladores del agua como son los humedales y los páramos en los entornos de Bogotá y otras regiones de Colombia (Palacio, Hurtado & Garavito, 2003; Palacio & Hurtado, 2005; Palacio Tamayo & Parias Durán, 2006; Palacio & Van der Hammen, 2007; Garavito, 2007; Van der Hammen, Cano & Palacio, 2015).
En este contexto surgió la iniciativa de formular un proyecto, mediante la configuración de una red tripartita de práctica y aprendizaje compuesta por la academia, la empresa y las organizaciones sociales, que aprovechando en 2012 la convocatoria 569 de Colciencias, buscó la convergencia de sus preocupaciones e hizo el esfuerzo de formular un objetivo común que abordara, desde un elemento fundamental como lo es el del agua, la gran complejidad de un territorio en el borde urbano rural del sur de Bogotá. En este complejo ejercicio el grupo definió un objetivo general, el de “analizar y fortalecer las prácticas sociales en torno al uso y manejo del agua en el borde sur del Distrito Capital por parte de los acueductos comunitarios y sus interacciones con los distintos actores de la gestión del territorio, con el fin de construir alternativas para la gestión colaborativa del agua”
ILUSTRACIÓN 2. Cristal de agua,
Fuente: Masaru Emoto, en http://www.sanatuespacio.com/2016/10/02/el-verdadero-poder-del-agua-masaru-emoto/
Habitamos el agua
El agua nos habita
Somos agua
MÓNICA TOBÓN CORAL
Recuerdo la vasija azul en el centro de un aula de la Universidad Externado y alrededor un círculo de personas que llevaban varios meses tejiendo un sueño con ella como protagonista. La vasija azul estaba llena de agua y al nombrarla, al comentar tantos temas que se cruzan en el proyecto, ella escuchaba, ella resonaba, existía del modo sencillo y absoluto en que se manifiesta a cada instante de la vida en la tierra.
El agua fluye, se estanca, salta, se evapora, se desborda, se contamina, burbujea, limpia, abre orificios en una piedra, acaricia la arena en la playa, es nube, río de colores, se seca, se pudre, alimenta, retira lo que sobra, calma.
Temas técnicos, políticos, pedagógicos, sociales que tratan sobre ella, el agua en la vasija azul. Por un instante las palabras cesan y la miramos, el círculo se centra en la vasija azul, un gesto primordial que recuerda lo que está al fondo del tejido de conocimiento, una verdad esencial: el agua y la vida son unidad, nuestra vida no es posible sin ella. El agua toma su lugar en el camino que recorreremos en el proyecto, se erige como el centro de la experiencia. Una memoria antigua resuena en nuestras venas, sin agua no hay vida.
Más allá de los asuntos humanos y de las estructuras necesarias para organizarnos en torno al agua y su cuidado, hay una conexión vital que queremos despertar. Esa es la intención de los encuentros simbólicos incluidos en el proyecto Territorios del Agua y Redes de Práctica y Aprendizaje. Apropiación Social del Conocimiento y Gestión Colaborativa en el Borde Sur del D. C.: hacer vibrar el hilo que une nuestros corazones con el agua, recobrar esa conexión que origina la vida, ese camino que iniciamos en el vientre materno flotando en el líquido primordial.