El problema de la interpretación en el derecho es de aquellos que no envejece. Por el contrario, siempre habrá lugar a debatir sobre el objeto y la forma de hacer la interpretación. Por esta razón, una mirada a este problema con perspectiva histórica se revela útil para determinar algunos elementos que, arraigados culturalmente, podrían facilitar la comprensión de soluciones actuales y permitirían ratificar el fundamento de un sistema abierto de fuentes del derecho.