En el año 2011 la Política Integral de Seguridad y Defensa para la Prosperidad (en adelante, PISDP) del primer mandato del presidente Juan Manuel Santos Calderón (2010-2014) se fijó como objeto consolidar y fortalecer la seguridad y el control territorial que se había logrado durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez mediante la ejecución de la Política de Seguridad (2002-2006) y de la Política de Consolidación Democrática (2006-2010). En este sentido, la pisdp tenía entre sus objetivos estratégicos continuar con el debilitamiento y la desarticulación de los grupos armados organizados al margen de la ley (en adelante, GAOML), las estructuras del crimen organizado (transnacional, nacional, regional y local) y las bandas criminales (en adelante, Bacrim). Por ejemplo, en el año 2012 las FARC-EP se encontraban debilitadas estructuralmente por las acciones conjuntas y coordinadas de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional que habían logrado neutralizar a un número importante de sus integrantes (incluidos miembros del Secretariado, cabecillas y numerosos mandos medios).